En estos dias seremos bombardeados por las noticias de la visita de la presidente Bachelet a China. Seguramente los periodistas nos mostrarán ejemplos brillantes del desarrollo chino, las distintas reuniones de los empresarios y politicos, las cuentas alegres de los posibles negocios, la maravilla de los distintos cacharros tecnologicos con los que se inunda al mundo.
Sin embargo un tema estará muy, pero muy ausente. Hace unos años, estando Codelco en manos de un tal Juan Villarsú, nos hicieron comulgar con una gigantesca rueda de carreta, contandonos que le venderiamos cobre a los chinos al increible precio de US$0.90 dolares la libra. La negociación era brillante. Una verdadera pieza de arte de la negociación. Un evento que haria revolcarse de rabia al mismisimo Dale Carnegie por sentir que no se le habia ocurrido a él. Como se iban a equivocar los analistas de Codelco, la principal empresa productora de cobre del mundo. Con este negocio con los chinos Chile se aseguraba una venta de cobre por los proximos 15 años.
Bueno, poco duró la felicidad. El maldito cobre subio como la espuma y hoy en forma contumaz se esfuerza por romper la barrera de los cuatro dolares. Nosotros dichosos. Recibimos dolares por montones, tantos que ya no podemos guardarlos en los viejos tarros de café y tenemos que ir a dejarlos a bancos de Nueva York. Una ministra casi llorando nos sugirió que lo regalaramos a los Haitianos. Yo tomé vacaciones internacionales. Con un dolar tan bajo que me iba a quedar pagando las ganas en Chile.
Y ahora la pregunta del millon. ¿ y que cresta pasa con las miles de toneladas que les estamos regalando a los chinos? Porque si el precio internacional esta casi en cuatro dolares y los chinos lo pagan a menos de un dolar, el regalo es evidente. ¿ Que pasa con Villarzú?. Quien nos va a devolver la plata. Dejaron algun resquicio para poder acomodar la cosa en caso de que el precio del dolar fuera tan estupido como para subir sobre el precio que los muy inteligentes de los analistas de Codelco le habian vaticinado para el futuro.
La verdad es que hoy nadie dice nada. No creo que la presidente Bachelet se le ocurra la desinteligencia de reclamarle a los chinos por un negocio que es una verdadera mierda. No creo que nadie sea capaz de sugerir que Villarzu es un imbecil por autorizar un negocio de ese tipo. No creo que nadie culpe a Lagos por andar aprobando tonteras. No creo que nadie se ponga a escarbar las horrorozas comisiones que deben haber recibido los topos que realizaron ese negocio.
Yo debo estar mal. Si el negocio era bueno. Y todos eramos felices mientras los chinos nos hacian aquello inconfesable.
