Pobre tipos

Me cuesta adjetivar adecuadamente la repulsa que me provocan las reacciones que se han generado en la DC respecto del debate sobre la eutanasia. Me parece que la disposición original de nuestros diputados respecto de este tema da cuenta de una ignorancia tal que raya en la culpabilidad dolosa. La soberbia de Duarte, la pequeñez de amenazar con tirar a la basura el proyecto de 30 años de acuerdos políticos por el solo hecho de no querer escuchar siquiera la palabra eutanasia me parece que es de una incultura propia de personajes de poca monta y no de honorables diputados de la Republica.

Uno puede o no estar de acuerdo con una determinada temática, pero lo que no puede es patear la mesa y partir con el mantel a cuesta dejando platos, tazas, servicios y líquidos varios tirados por el suelo, por el solo hecho que el tema le incomoda.

La inteligencia y la cultura no rehuyen los temas. Los abordan, los desmenuzan, los plantean, los desangran, los lavan, los acomodan y los presenta a la nación toda.

El papel ratonesco e histérico de nuestros diputados, negándose a sentarse a la mesa en un espacio que esta señalado por el mandato popular y por el espíritu democrático y republicano, como el espacio en el que se deben discutir todos los temas, no demuestra una acentuada vocación cristiana y católica, demuestra solo ignorancia y brutalidad. Demuestra el mareo del poder y una connivencia espantosa con lo peor de nuestra derecha. Que lejanos están , estos diputados menores , de los altos tribunos que debieron discutir cuestiones esenciales en la formación de nuestra republica. Tan terrible como se plantea esta discusión fueron las discusiones respecto de la separación de la Iglesia y el Estado, durante el siglo XIX, pero esas discusiones se dieron fundamentalmente en las instituciones republicanas. La discusión respecto de la eutanasia debe darse aquí y ahora. Es un imperativo ético y democrático. La discusión genera avances esenciales y las sociedades avanzan en la medida que todos sus espacios son capaces de enfrentar todos los temas. Chile se merece una elite política substancialmente culta y no paisana de poca monta que se aglutinan como matones a parar cualquier tema que supuestamente les pudiera incomodar. Estoy seguro que Duarte no siquiera podría explicar lo que significa la palabra eutanasia.