El gobierno de Bachelet tiene su origen en un evidente desprecio de la actividad politica. La propia elección de la actual gobernante y el florido contenido conceptual que se le trato de dar, en el sentido de tratarse de un gobierno que refundaria las bases de la nación en torno a una "nueva forma de hacer política", basada antes que en las costumbres seudomafiosas de los homus-politicus en una suerte de sensibilidad New Age que aportaria ternura, delicadeza, tacto y finura a la resolución de los conflictos y a la marcha general de la nación. Sin embargo este diseño ha probado sus debilidades y todos los conflictos o se han escondido bajo la alfombra de las comisiones de estudio o simplemente han caido en un eterno reclamo ante los oidos sordos de los funcionarios encargados de afrontarlos como el insostenible problema con los funcionarios de la salud.
Otro pecado de origen, a esta altura insoslayable, es el hecho que el gobierno de Bachelet no es el cuarto gobierno de la Concertación sino que se trata del primer gobierno de Expansiva. La weltanschauung de Expansiva nace en La Parva y en el departamento de Andrés Velasco en USA y la cosmovisión de la Concertación tiene su origen en varias de las protestas de los ochenta.
Me parece que las situaciones anteriores tienen que ver con el hecho manifiesto de la perdida de liderazgos importantes dentro de la elite de la Concertación. No existe nadie en la Concertación, que sea capaz de levantar las banderas y continuar con este proyecto historico.
Por otro lado, tampoco el gobierno es capaz de mostrar mayores liderazgos. Y este no es solo problema de la Presidente. Ella en su papel puede aparecer como eficiente, clara, bien intencionada, inteligente. Lo dramático es que sus hombres de primera línea no son capaces de demostrar verdadera capacidad en los intrincados manejos de la nación. Normalmente se exceden en precipitación y menguan en reflexion para la acción. Harboe es un caso que verdaderamente me irrita. Hace unos dias despidió en forma sumaria a un abogado de la Intendencia de Santiago y no se detuvo a reflexionar los demas elementos que rodeaban su decisión: la no presencia de los abogados de ministerio, la no participación de los abogados del Consejo de Defensa del Estado, etc.
Ante este panorama tan poco alentador para mí aparece un señor, hasta ahora desconocido, pero que ha hecho gala de una decisión y una capacidad no precisamente abundante en el gobierno: ALBERTO VAN KLAVEREN. En los ultimos dias le ha tocado atender dos problemas mayores de politica internacional y los ha manejado con la fuerza que le otorga la razon y la destreza que le permite un conocimiento acabado de la materia que le corresponde intervenir. VAN KLAVEREN tiene rasgos necesarios para el desarrollo futuro del gobierno de Bachelet. Acá va un Cut and paste con la biografia del caballero. Denle una mirada.
Subsecretario de Relaciones Exteriores
Alberto Van Klaveren Stork
Alberto Van Klaveren Stork estudió Derecho en la Universidad de Chile, Relaciones Internacionales en la Universidad de Denver, Estados Unidos, y Ciencia Política en la Universidad de Leiden, Holanda. A partir de 1985 dicta una cátedra de Relaciones Internacionales en el Instituto de Estudios Internacionales y la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
Entre 1996 y 2001 fue Director de Planificación del Ministerio de Relaciones Exteriores, cargo desde donde asesoró a los Cancilleres de la época y actuó como Secretario Ejecutivo del Consejo de Política Exterior.
Anteriormente, ejerció como Director del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Profesor en el Instituto Universitario Ortega y Gasset en Madrid, España; Director Académico de la Asociación de Investigación y Especialización sobre Temas Iberoamericanos (AIETI) de España; Asesor del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Director Adjunto del Instituto de Relaciones Europeo-Latinoamericanas (IRELA) de Madrid.
Hasta ser nombrado Subsecretario de Relaciones Exteriores por la Presidenta Michelle Bachelet, se desempeñó como Embajador en Luxemburgo y la Unión Europea.
Cuenta con una amplia experiencia en el ámbito internacional. Como Embajador ante la Unión Europea, participó activamente en las negociaciones para el Acuerdo de Asociación Política y Económica que rige entre Chile y la UE.
Es autor de numerosas publicaciones en diversos países de América Latina, Europa y Estados Unidos.
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