Que pasa con Belisario de la mano de Labbe

El poder nunca entrega nada si no se le arranca por la fuerza. (Esta seguramente puede ser o parecer una frase de Lenin). Hacia esta reflexión cuando miraba las noticias en la televisión junto a mi esposa y ella deslizaba un comentario reprobatorio respecto de la actitud de los muchachos que estaban siendo desalojados por los carabineros. Una silla en la cabeza del poder podría romper la crisma del carabinero pero seguramente al poder no le haría absolutamente nada.
Los muchachos pelean por algo justo y profundamente anti-utópico. Quieren que sus vidas después de los años de la enseñanza media tengan sentido y proyección. Saben a ciencia cierta que manteniendo las actuales condiciones en la calidad de la educación, no disponen de las herramientas necesarias para enfrentar el futuro. Que solo les queda conformarse con engrosar las filas de los empleados del retail y de las empresas sub-contratistas para tener sub-empleos, seguir las señas y los mandamientos de capataces sub-culturizados, integrar sub-familias, vivir en sub-burbios, y con el tiempo criar hijos sub-alimentados y que engrosen las filas de una humanidad sub-desarrollado que los tratará continuamente como sub-normales. Si estos muchachos piensan en esto. Si son capaces de hacer que toda su generación se entregue a una lucha hermosa. Que papel nos queda a nosotros. Que papel le queda a Belisario Velasco que es capaz de tomarse de la mano del tristemente celebre Cristian Labbe y mandar a sacar a esos niños a palos y ponerlos en los mismos calabozos que usa el poder para atender el negocio de los malditos insurrectos que ponen en peligros nuestros privilegios y nuestras fiestas en CasaPiedra y en las embajadas.
La política que sienta como su deber el mandar a apalear a estos muchachos por querer una mejor educación es simplemente una mierda que no merece ser vivida y los politicos que son capaces de explicar con viles argumentos la necesidad de tomar por los pelos a niñitas que ciertamente podrían ser mis hijas, son tan viles como sus pobres argumentos y merecen ir al mismo lugar donde van los viles en la historia.
El uso de la violencia por parte del Estado es simplemente el reflejo de la forma como el Estado se siente superado por las exigencias de la población y es la forma en la que busca mantener los enormes privilegios de los que tienen todo.