Sunday, August 28, 2005

La derecha y los nuevos ciudadanos.

David Gallagher, analista del CEP, quien siempre ha tenido opiniones bastante fuertes para la sensibilidad de la derecha, dice hoy en La Tercera, que de no mediar algún evento muy significativo, la derecha debiera despedirse definitivamente de esta elección e ir perdiéndole el cariño a la del 2009, con los actuales esquemas y con los actuales liderazgos .

Otro antecedente a tener en cuenta para este análisis es el articulo de La Nación domingo en que da cuenta del papel que habría jugado la señora Paula Afani y el señor Rómulo Aitken en la publicación de los antecedentes del informe de inteligencia sobre la compra de los terrenos de Piñera en Chiloé, y también sobre la presencia de una periodista cercana al sistema de inteligencia del Ejercito en el Comando de Lavín

La actual derecha tiene un pecado original, del que necesita librarse. La derecha chilena es la cara civil del gobierno de Pinochet, con su misma cultura política, con sus mismos métodos, con sus errores, con su falta de visión, con sus mismas practicas, con sus mismo agentes, con su CNI propia, con su Manolito Contreras de pacotilla . La derecha política son los funcionarios civiles y algunos ex-uniformados cercanos al gobierno militar. Es posible trazar una línea muy gruesa en la dirigencia de la derecha chilena y encontrar un reservorio de toda la fauna que domino al país durante los 17 años de dictadura.

Pero lo constatado no es nuevo. Gallagher afirma que luego de la derrota inminente ante Bachelet , la derecha deberá renacer de las cenizas y consolidarse bajo otros parámetros. Pero no ofrece una perspectiva que pueda servir de algo a los dirigentes de la derecha. Es ahí donde me parece que entro yo. Creo que la solución es simple: La dirigencia de la derecha debiera acometer sin miramientos un programa de profundización de las practicas democráticas dentro de sus propios partidos. No estoy de acuerdo con Gallagher cuando afirma que es necesario fundar un gran partido de derecha. Aquello no es una solución. Lo que la derecha necesita es incorporar a su ADN las practicas democráticas: la elecciones internas, la conformación de un sistema de practicas que hagan que su electorado se acostumbre al debate interno, a la disidencia y en general a todo aquello que la democracia supone y de lo cual la derecha generalmente abomina.

Los dirigentes de derecha deben aceptar que la sociedad chilena ha cambiado y que el decorado ya no es el mismo que lucia en tiempos de Pinochet. La propia gente que se define como de derecha ha cambiado también sus formas culturales y políticas. Hoy sostener el mismo discurso machacante que utiliza la derecha no resulta. El electorado ya no es tan básico como para seguirle dando con los mantras de la delincuencia, la seguridad ciudadana y las necesidades reales de la gente.
Las nuevas tecnologías y los avances en las comunicaciones hace que las sociedades sean absolutamente dialogantes, múltiples y diversas. Aquella derecha confesional, desde la pertenencia a grupos francamente sectarios no puede pretender dirigir a la sociedad toda, sin nutrirse diariamente de lo que la sociedad piensa.. Cuando no se hace verdadera democracia, cuando no se tienden puentes reales y concretos con la comunidad lo que resulta es un dialogo de sordos. Respecto de esto Gallagher señala lo siguiente: "Estamos avanzando hacia una sociedad más moderna, en que los individuos descubren su escala de valores sin que nadie se los imponga. Antes había que aprenderse los valores de memoria. Ahora la gente adquiere valores más auténticos, más propios."

Hace unos días un niño de no mas de cinco años, llegó a un negocio con cien pesos. Ante el espanto del dependiente pidió tres dulces de un tipo, pidió y exigió que se le vendiera un dulce de menta con chocolate, que estaba al final del frasco y con los sesenta pesos que le restaban seleccionó seis chocolates por las formas que le interesaban. Ese niñito, que optimizo su pedido en forma brillante es un futuro ciudadano que no aceptará de la clase política lo que esta quiera darle, sino aquello que sea verdaderamente significativo para él. Y eso la derecha debe entenderlo y aceptarlo. Por cierto que la Concertación también.

2 comments:

Otto Boye said...

Hernán: Muy bueno tu comentario. Sobre todo el alcance de lo que la derecha, el día que se refunde, debe hacer: convertirse en demócrata, democratizándose ella misma e incorporándose a "la participación amplia del pueblo en las tareas y bienes de la nación", o sea, a lo que es esencial en una verdadera democracia. Saludos

Otto Boye

Hernan Gonzalez Vergara said...

Madurando un poco mas mi tesis, me parece tan de perogrullo pero tan verdadera. La derecha debe democratizarse sin dejar de ser lo que es. Una Republica, debe alimentarse con el pensamiento de todos sus ciudadanos. De pronto las cosas mas simples enconden grandes verdades