Menores planes Mayores sueños

Ciertamente están lejanos los tiempos de los planes quinquenales y las grandes planificaciones de las que hablaba Mario Góngora, pero, si algo se extraña de estos días de campaña, es la capacidad de los candidatos de provocar una imagen país que pueda inspirar el desarrollo de los próximos años.
Chile padece de una fractura que si se la mira detenidamente resulta inconmensurable. Un diez por ciento de la población es dueño del noventa por ciento de la riqueza. Ese es el escándalo mayor que se ha anidado a las espaldas de nuestros gobiernos, y que nadie ha sido capaz de denunciar, principalmente porque nuestros intelectuales han mutado o en dirigentes políticos o en asesores de grandes empresas, sino  han sido cooptados por el aparato estatal.  
Estoy cierto que muchos de los puntos que propone el plan de gobierno  de Michelle Bachelet puede resultar en un esfuerzo por disminuir la brecha espantosa en el reparto de la riqueza en Chile, pero falta lo esencial que es plantear la superación de ese escándalo como una tarea histórica y necesaria, como una lucha posible y digna de darse. El pais necesita movilizarse, necesita crear las condiciones para disminuir dicha diferencia  y eso no es posible hacerlo desde el despacho de Nicolás Eyzaguirre, sino desde la creatividad de una ciudadanía movilizada por sus derechos y en constante evolución hacia formas de pensamiento y convivencia que permitar reparar esa fractura